-Es lo que tenía que pasar.
El rostro pétreo e inmutable del asesino apenas se
inmutó tras decir estas palabras. El hombre pálido, el monstruo que había matado
a todas las personas de Mepetrés menos a una, caminó de vuelta por la zona
restringida hacia la Torre plateada. Era un hombre alto con aspecto de
vagabundo, su ropa gris destrozada estaba llena de manchas oscuras y de ceniza
y los jirones de una capa cubrían su espalda. Gotas de sangre fresca caían de
la mano con la que había atravesado a Eyre.
-Te mataré –prometió Nero abrazado al cuerpo cada
vez más frío de su amada. Su voz era odio y rabia, dolor y pena. Sus amigos, su
familia, su amor. Todo se lo había arrebatado. Todo. -Aunque tenga que
perseguirte por cientos de mundos, aunque me cueste el resto de mi vida, te
mataré, ¿me oyes? Acabaré contigo.
El asesino tocó la torre y desapareció.
Nero bajó el rostro y se quedó quieto, inmóvil como
un muerto mientras sostenía en brazos el cuerpo de Eyre. Una calma fría se fue
extendiendo lentamente por sus extremidades, un sentimiento tan poderoso que
logró desterrar todo el dolor y pena que amenazaban con invadirle.
Venganza.
-Bienvenido de nuevo, candidato.
Nero abrió los ojos. Estaba estirado boca arriba en
esa extraña sala circular que era el interior de la Torre, iluminada por la
débil luz que no se sabía de donde demonios salía y que teñía las paredes y el
suelo de un verde apagado. Como la primera vez que estuvo aquí, la iluminación
era tan pobre que el techo estaba cubierto en sombras.
Sobre la
cabeza del actor flotaba el osito de peluche, saludándole con una mano.
-¿Cómo te encuentras?
-Yo… No sé.
Nero se incorporó, quedándose sentado sobre el suelo
perfectamente liso. Se pasó una mano por la frente, cansado y confuso. A su
mente acudían escenas del día de la matanza, recuerdos y sensaciones tan
vívidas como si hubiesen ocurrido hace sólo un instante y no tres años antes.
Miró a su mano derecha con una expresión de perplejidad en su rostro. Aún sentía el calor del cuerpo de Eyre sobre
él, su peso, su aroma. El tacto de su piel.
Dioses, cuanto había olvidado.
-He tenido un sueño muy extraño –dijo el actor con
la mirada perdida. –He vuelto a revivir el último día que pase en mi pueblo,
justo antes de tocar la Torre. Ha sido un sueño de esos que son tan reales que
no parece que estés soñando, sólo que… peor. Mucho peor.
-Ya te lo expliqué anteriormente; es una de las
condiciones de ser candidato. Tu estado ha vuelto a ser exactamente el mismo
que tenías la primera vez que estuviste en esta sala.
Nero levantó una ceja.
-¿Y eso qué quiere decir?
El osito lanzó un suspiro de resignación. Luego se
encogió de hombros y miró a Nero con la misma expresión que dedican los
profesores al alumno más lento de la clase.
-Tanto tu físico como tu psique ha regresado a los
valores que tenías entonces. Dicho de una manera más sencilla y comprensible:
tu cuerpo se ha rejuvenecido tres años y tu cerebro está reviviendo las emociones
y recuerdos que tenías entonces. ¿Te queda claro ahora?
-Sí, creo que sí –respondió el actor asintiendo con
la cabeza, un poco dubitativo. -¿Me pasará lo mismo cada vez que superé una
prueba?
-Por supuesto. Como ya te he dicho, forma parte de
ser un candidato. De esta manera podrás seguir realizando pruebas mucho después
de haber superado tu esperanza de vida, sin que por ello tu rendimiento se vea
afectado. ¿Qué pierdes un brazo, una pierna, o sufres otro tipo de trauma
físico severo durante una prueba? No pasa nada, una vez la superes y estés aquí
tu cuerpo será restaurado, tan joven como el primer día. Y además, sin perder
por ello los conocimientos y habilidades que hayas conseguido mientras tanto.
¿No te parece genial? –preguntó el peluche en un tono tan animado que Nero se
lo quedó mirando extrañado.
-Supongo que sí.
Estaba bien eso de recuperarse de las heridas y de
rejuvenecer cada vez que superase una prueba, pero la parte de revivir esa
pesadilla le resultaba bastante dura a Nero. Había recuerdos buenos, como la
charla de buena mañana con su hermano Alc o el encuentro con Eyre en la posada,
pero otros, muchos otros…
El cuerpo sin
vida de su hermano Alc, con el cuello roto y el brazo estirado en dirección a
donde yacía su hija. Compañeros del teatro con los que había compartido horas
de ensayos, medio enterrados bajo los restos de su casa. Eyre, intentando
sonreír con los labios ensangrentados cuando ese monstruo acababa de
atravesarle el pecho.
Muchos otros hubiese preferido no recordarlos.
-Bueno, ahora que parece que por fin has conseguido
recuperarte –continúo el osito en tono burlón-, debo felicitarte por tu
reciente éxito-. Estiró los brazos a los lados y de repente unos pompones rosas
aparecieron de la nada en sus manos. -¡Felicidades, Nero Van Der Nero, por superar la primera
prueba! El 92,78 % de los candidatos no consiguen superar la primera prueba, y
sólo el 34,13% lo hace en un tiempo inferior al que tú has necesitado. Has dado
el primer paso en tu camino a convertirte en Dios-. El osito agitó los brazos
moviendo frenéticamente los pompones, su rostro de peluche mostrando una
sonrisa de oreja a oreja mientras daba vueltas y vueltas en el aire.
El actor se pellizcó una mejilla con suficiente
fuerza para hacerse daño. No, no seguía soñando, realmente estaba viendo a un
osito de peluche volador bailando con unos pompones rosados. Y encima, pensó
mientras se repasaba el peinado con una mano, había que reconocer que bailaba
bastante bien.
-Actualmente ocupas el número 623780 en el ranking
de candidatos –dijo entonces el peluche, deteniendo sus frenéticos movimientos.
Puso los brazos al costado, los pompones desaparecieron en un instante. -No
está mal para empezar.
-No tengo ni la más remota idea de lo qué es eso
–dijo Nero, sintiéndose como un idiota al darse cuenta de que siempre que
hablaba con el extraño peluche acababa diciendo lo mismo. -¿Qué mide ese
ranking?
-El ranking indica que orden ocupas entre los
candidatos que participan en las pruebas para convertirse a Dios. Es un ranking
ascendente, así que cuanto menor sea tu posición mejor.
Nero frunció el ceño.
-¿Quieres decir que hay 623780…
-623779 –le interrumpió el osito. –No te cuentes a
ti mismo.
-Está bien, ¿quieres decir que hay 623779 personas
por delante de mí para completar las pruebas?
-Exacto –confirmó el osito, asintiendo con la cabeza.
–Pero no te preocupes, el actual número uno aún está muy lejos de convertirse
en Dios. En cualquier caso, el tiempo que tardas en obtener conclusiones está
por encima de la media. ¿Los humanos de tu mundo de origen tenían un cociente
intelectual bajo o es algo concreto a tu rama genética?
-Paso de responder a eso –dijo Nero haciendo un
gesto de rechazo con la mano. Se puso en pie y estiró los brazos hacia atrás,
notándose el cuerpo algo anquilosado tras el sueño. Seguro que había dormido en
mala postura.
-Puedes permanecer en esta sala todo el tiempo que
desees sin que necesites beber ni alimentarte –dijo el peluche-, pero estás
haciendo esperar a tus compañeros, candidato. Mientras estés aquí el tiempo
sigue avanzando en el resto de dimensiones.
-¿Compañeros? –preguntó el actor, con una mano en el
cuello donde notaba unas ligeras molestias. -¿Qué compañeros?
-Los dos candidatos con los que cruzaste la Torre:
Peter Rodríguez y Valeria Malecchio.
-¿Estás diciendo… -empezó a preguntar Nero, forzando
sus cansadas neuronas al límite- que como cruzamos la Torre al mismo tiempo
ahora somos un equipo?
-¡Exacto! –respondió el osito dando unas palmadas.
-Gracias, a veces soy un poquito más rápido sacando
conclusiones. Pero no me explicaste nada sobre esto de los “compañeros” la
primera vez que estuve aquí.
-¿Recuerdas cuando dije “tienes alguna pregunta”?
Pues no preguntaste.
Nero se cruzó de brazos. Ya empezaba a ver de qué
palo iba el osito este.
-Vale, pues te lo pregunto ahora. ¿Qué es eso del
equipo?
-Los candidatos forman un equipo cuando varios de
ellos cruzan la Torre al mismo tiempo (no tiene porque ser exacto, hay unos
cuantos segundos de margen). En su siguiente prueba se les planteará un desafío
que deberán cumplir en conjunto. Es una estrategia utilizado por muchos
candidatos, el trabajar juntos para aumentar las probabilidades de éxito. Y los
datos les dan la razón, ya que los equipos tienen un 10% más de probabilidades
de completar las pruebas que los candidatos que van por libre.
-Ya veo… - El actor se rascó la cabeza, pensando en
lo difícil que resultaría trabajar junto con el flacucho ladrón y la peligrosa
cazarecompensas. Estaba claro que no podía confiar en Peter, y aunque Valeria
le había ayudado antes y parecía bastante capaz, la verdad es que la tía le
daba bastante miedo. -¿Sólo es para la siguiente prueba, no? Vamos, que una vez
superada la siguiente prueba no tenemos porque seguir siendo un equipo, ¿no?
-Sólo si volvéis a cruzar la Torre al mismo tiempo.
-Algo es algo –dijo Nero soltando un suspiro de
resignación. Caminó hacia una de las paredes de la sala y se detuvo cuando
estuvo a suficiente distancia para tocarla con el brazo extendido. –Bueno, será
mejor que me marche. No quiero hacer esperar más a mis nuevos e inesperados
compañeros-. Soltó un nuevo suspiro, y lanzó una última mirada al peluche
volador. -¿No podrías darme una pista sobre de qué ira la siguiente prueba, o
algo por el estilo?
-Me temo que no es posible, candidato - exclamó
alegremente el osito, despidiendo a Nero con la mano. -Hasta otra.
-Lo suponía. En fin, acabemos con esto.
El actor tocó la pared y un nuevo mundo apareció
ante sus ojos.
Hola,
ResponderEliminarUn capitulo de explicación que nos introduce algunos aspectos importantes del siguiente capitulo. Creo que los tres harán un buen equipo juntos, al memos Peter y Nero, que tienen una motivación muy importante para superar la prueba. Valeria creo que será la más conflictiva, ya que ella simplemente huía del mundo de Navar. Que podría pasar si en el mundo al que llegan, su honor le impide superar la prueba que les es puesta? o peor aún, si directamente no tiene ningún interés en superarla. También tengo curiosidad por el impacto que tendrá el aspecto rejuvenecido de Valeria en Nero, al fin y al cabo ella superó la primera prueba con unos veintipocos años y Nero había mencionado que le recordaba a Eyre.
Me parece que el hecho que cada vez que Nero supere una prueba reviva los sentimientos y recuerdos del día en que cruzo la torre, es un tema con muchas posibilidades. Tiene que ser raro saber que han pasado años desde lo ocurrido, pero que todas tus sensaciones y recuerdos te indiquen lo contrario. Lo dicho, muy interesante.
Respecto al oso de peluche, yo me imagino que cada persona que se inicia en las pruebas tiene una visión diferente del avatar de la torre, y el de Nero esta muy relacionado con el último día en su poblado natal.
También hay algunas cosas que me parecen poco apropiadas si tenemos en cuenta el bagaje cultural de Nero, por ejemplo cuando saca los pompones, como saber Nero lo que son unos pompones? Me parece una referencia mas apropiada para Peter.
El oso también menciona un 10 % de aumento en las posibilidades para los equipos. No se como de avanzados son los conocimientos matemáticos en el mundo de Nero, pero por lo que recuerdo no era un mundo muy desarrollado (como se encarga de recordar el Oso)
También hay un momento hacia el final que escribes Peter cuando te estas refiriendo a Nero.
Hola Jaime,
ResponderEliminarSí, este es un capitulo de explicación preparando los siguientes capítulos y detallando un poco más las reglas del "juego". A parte de querer huir, recuerda que Valeria ya quería marcharse de Navar para ver otros mundos... le gusta la aventura.
Sí, tienes razón en que cada persona ve una visión diferente del avatar de la Torre. Como le explica el osito a Nero la primera vez que está en la Torre, el avatar es simplemente una imagen que el candidato considee inofensiva.
Lo de los pompones es un comportamiento estandar del osito para felicitar a lso candidatos. Nero los reconoce de su trabajo como actor, aunque desde luego no los asociaría a animadoras como haría Peter. Y sí, el mundo de Peter es más atrasado que el nuestro, pero conocen los porcentajes.
Lo de escribir Peter como Nero es un fallo que ya he corregido :P