Peter se sentía en la gloria,
estirado en el mullido sofá de la lujosa habitación que el hotel había
preparado para ellos. No se había dado cuenta de hasta qué punto había echado
de menos la civilización hasta este precioso instante.
Volaremos más allá de las nubes y las penas.
Aunque Roa tampoco es que
fuese una civilización muy avanzada. Las ropas que vestían la gente, con sus
graciosos sombreros y chalecos, los vehículos y hasta las edificaciones le
recordaban a una película de época ambientada a principios del siglo XX.
Pequeñas diferencias aparte como los dragones, claro.
Volaremos hasta donde nos lleve nuestro amor.
Así que en este mundo no
habían maravillas tecnológicas como la televisión, los ordenadores o el aire
acondicionado, pero sí que tenían grandes cajas cuadradas que parecían pesar un
quintal por las que se podía escuchar la radio. Mucho mejor que los insectos
gigantes, donde va a parar.
Volaremooooooooooooooos.
-Apaga ese aparato de una puta
vez –dijo Valeria, que no le quitaba el ojo al desconocido al que habían
pillado trepando hasta el balcón y al que mantenía en todo momento apuntando
con su espada. –Me está poniendo de los nervios.
Peter lanzó un suspiro de
fastidio y protestó un poco, pero acabó levantándose del sofá y apagando la
enorme y rudimentaria radio. De todas maneras, la música era un asco.
-Ya os he dicho que no quería
haceos nada –dijo el desconocido, sentado en una silla. Con la cazarecompensas
por delante y Nero a su espalda parecía un delincuente sometido a
interrogatorio. – ¡Tenéis que creerme! Soy Clarence Maljan, el mejor periodista
del “Estrellas y Dragones”. Lo único que quería era entrevistaros.
-No tengo ni idea de cómo son
los periodistas en este mundo –dijo Nero-, pero en el mío no van por ahí
asaltando habitaciones como unos ladrones. ¿Y en tu mundo, Valeria?
-En Ozonne no tenemos
“periodistas” –respondió la joven con frialdad. Puede que su rostro fuese ahora
más suave que antes, no obstante su mirada no había perdido ni un ápice de
dureza. –Pero sabemos muy bien cómo tratar con los criminales.
-¡No soy un criminal, dragones!
–protestó Clarence a la defensiva. –Yo sólo quería la exclusiva, ¿tanto es
pedir eso? De acuerdo a las leyes los guardias del hotel prohíben a todos los
periodistas ponerse en contacto con los especiales recién llegados, con la
excusa de que sólo buscamos el morbo y no sé qué tonterías más. Malditos
burócratas… ¡Sólo nos dejan hablar con los especiales una vez el alcalde les ha
explicado todo sobre la competición y han pasado la primera prueba! ¿Es que no
entienden que el público se muere de ganas de saber cosas sobre los nuevos
especiales? ¿Y si alguno de ellos resulta ser un prodigio como Miska? –El
periodista lanzó un bufido. –No saben lo dura que es nuestra profesión.
-¿Y por eso te arriesgaste a
trepar hasta nuestro balcón, porque querías la “exclusiva” de entrevistarnos?
–preguntó Nero. –Es ridículo.
-Es lo que haría un periodista
profesional.
Peter sonrió para sí al ver
como Nero y Valeria intercambiaban una mirada cargada de significado. Esos dos
eran muy diferentes, pero parecían entenderse bastante bien.
-Tengo una idea –apuntó
rascándose la barbilla. -¿Por qué no hacemos un trato? Nosotros le podemos dar la entrevista que
quiere y él nos puede explicar cosas de este mundo y de la prueba de la Torre.
Todos salimos ganando.
-¿Tú te crees su historia? –le
preguntó Nero.
-¿Por qué no? Ya has visto
como está la ciudad, llena de carteles publicitarios, y el trato que nos dieron
al llegar, como si fuéramos estrellas de cine. Este mundo no funciona con las
mimas reglas que Navar, y si lo que dice Clasen…
-Clarence –corrigió el
periodista.
-Si lo que dice Clarence es
cierto, antes o después tendremos que responder a las preguntas de la prensa.
Si le damos la exclusiva a él aceleraremos las cosas y conseguiremos una
información que nos puede resultar muy útil ahora, y no cuando nos la quiera
dar ese tal alcalde. Ganaríamos un tiempo muy valioso para prepararnos, ¿y no
creéis que necesitamos toda la ventaja que podamos obtener?
Tanto Valeria como Nero
guardaron silencio, meditando la propuesta que Peter les había planteado
mientras que el periodista les observaba esperanzado. Finalmente Nero acabó
mostró su conformidad asintiendo, y unos instantes después, aunque con aspecto
de no estar muy convencida, la cazarecompensas hizo lo mismo y guardó su espada
en la funda.
-¡Gracias! –exclamó Clarence.
–No os arrepentiréis, os lo prometo. ¡Esta entrevista saldrá en la primera
portada de la edición de mañana! Cientos de miles de personas la leerán y
conocerán vuestros nombres y vuestra historia. ¡Os convertiréis en personajes
famosos, en estrellas! Los patrocinadores se pelearán por…
-Corta el rollo –le
interrumpió Valeria. –No nos vendas la espada con todo eso de “ser famosos”.
Responderemos a tus preguntas y tú a las nuestras, y punto. Cuanto antes
acabemos con esto mejor.
-Pues a mí me gustaría ser
famoso –dijo Nero. -¿Qué pasa? –añadió al ver las miradas que le lanzaron sus
compañeros. –Sí, yo también quiero pasar la prueba de la Torre cuanto antes.
Además, estoy seguro que tengo más ganas que vosotros de hacerlo, pero eso no
quita que yo era el mejor actor de mi reino. Era conocido, respetado; la gente
me admiraba y me saludaba por la calle. Qué demonios, me gustaba y no hacía
daño a nadie, y si durante el tiempo que voy a estar en Roa puedo ser famoso,
pues mira, mejor.
-¡Ese es el espíritu! –dijo
Clarence sacando una libreta de notas y un lápiz mordisqueado del interior de
su chaleco. –Vamos, dime, ¿cómo te llamas? ¿Eras actor, verdad? ¿De qué, de
teatro, de radio o de algún espectáculo propio de tu mundo? ¿Por qué decidiste
empezar las pruebas de la Torre? ¡Cuéntamelo todo!
Peter se volvió a estirar en
el sofá, poniéndose cómodo mientras Nero explicaba su historia. A pesar de que
ya la había escuchado antes le seguía resultando bastante triste, la verdad.
Con todo eso de la boda, sus amigos y familiares muertos, su propia amada
sacrificándose para salvarle… Tenía todos los elementos de un drama de los
buenos. Joder, si hasta el asesino tenía un nombre en clave: “el hombre
pálido”.
Casi parece el guión de una película, pensó Peter para sí. Algo preparado.
-Por eso quiero superar las
pruebas de la Torre y convertirme en Dios –decía en esos instantes Nero,
acabando su relato. –Para resucitar a toda la gente que murió. Para volver a
reunirme con Eyre, y poder vivir la vida que nos robaron.
“Y para acabar con ese maldito
hijo de puta que los asesinó”.
Peter se giró para mirar a
Nero tras decir esas palabras. Había determinación en su rostro, férrea
determinación y una rabia tan intensa que asustaba.
-¡Eso es, eso es!–repetía
Clarence mientras tomaba notas como un poseso en su libreta, feliz como un niño
con un juguete nuevo. –Ese es precisamente el tipo de historia que encantará a
los lectores, sobre todo a las mujeres. Ya puedo imaginármelas, leyendo el
artículo y suspirando por el pobre especial que sólo quiere volver a
encontrarse con su enamorada. ¡Esto es material de primera!
-Lo que tú digas –replicó Nero
en voz baja. Sus ojos miraban al suelo, vacíos de todo sentimiento ahora que la
rabia y la determinación le habían abandonado.
-¿Y tú, cuál es tu historia?
–dijo el periodista dirigiéndose a Valeria. –Llevas una espada a la cintura y
parece que sabes utilizarla. ¿Eres de un mundo en que las mujeres luchan, o
eres un caso especial? Vamos, no tengas vergüenza.
La cazarecompensas rechistó
despectivamente.
-Seré breve –dijo cruzándose
de brazos. –Me llamo Valeria Malecchio. Viajaba a través de la Torre para
encontrar a mi madre, matarla, y recuperar el honor de la familia, pero ya no
hace falta que lo haga. Eso es todo.
Toma bomba. Peter silbó por lo bajo, apreciando el toque dramático
de la cazarecompensas. Además, ¿cómo debía ser su mundo? ¿Una mezcla entre el
Padrino y pelis de samurais?
-Vaya –musitó el periodista.
Se llevó el extremo sin punta del lápiz a la boca y lo mordisqueó
nerviosamente. –Vaya. Esto también es muy bueno. Una familia enfrentada, madre
contra hija… ¡Dragones! Sólo me falta rellenar los huecos. Dime, ¿qué hizo tu
madre para que tuvieras que matarla? ¿Es muy importante el honor para los
tuyos? ¿Y porqué ya no hace falta que lo hagas?
-Eso es todo.
-¡Pero no puedes dejarme así!
Tienes que entender que una historia es algo más que un par de titulares. Mis
lectores…
-Eso. Es. Todo.
Clarence iba a añadir algo más
pero se detuvo al ver la cara que puso la cazarecompensas. El lápiz se cayó de
sus manos y se quedó con la boca abierta como un pasmarote que acaba de darse
cuenta que se encuentra en la misma habitación que un asesino despiadado.
Porque eso es lo que era
Valeria. Aunque tuviese el aspecto de una adolescente, el rostro de una niña y
apenas pasase del metro sesenta, no le temblaba el pulso a la hora de matar. No
se había ganado el apodo del Cuervo Rojo porque si.
Peter lo tenía muy presente y
sabía que no podía confiar en ella. No sólo porque era muy peligrosa y le
odiaba a muerte –que ya era un motivo bastante grande por si sólo-, si no
también porque ella debía de ser la Valeria sobre la cual el hombre pálido le
había prevenido en Navar. Y aunque tenía por norma no fiarse de la palabra de
monstruos asesinos, de alguna manera se sentía impedido a hacerle caso. Quizás
porque realmente había sonado como si estuviese preocupado por él.
-Bueno –dijo el periodista
tras recuperar el aplomo-, no es mucho, pero es muy bueno. Estoy seguro que
podré sacar una buena historia de aquí. Sí, seguro –repitió, aunque sonaba como
intentase convencerse a sí mismo. Se agachó para recoger el lápiz y echó una
rápida mirada a Valeria, pero la retiró enseguida al darse cuenta de que ésta
había apoyado la mano en el mango de la espada. -¿Y… y el último del grupo?
¿Qué me puedes contar?
-¿Yo? –El terrestre se
incorporó, apoyando la espalda en el respaldo del sofá. –Me temo que te
llevarás un chasco conmigo, Clarence.
La Torre de Dios se alzaba justo delante de Peter, desafiando todas las
leyes de la física. Su plateada superficie estaba intacta a pesar de que la
habían atacado con todo lo que tenían. Ni siquiera una mancha deslucía su
perfección.
-Recuerda tu misión –dijo una voz a su espalda, una voz cuya autoridad
jamás podría negar. –Nunca olvides tu deber con la Tierra.
-No tengo ninguna gran
historia que contar –dijo Peter pasándose la mano por la cabeza, avergonzado.
–Simplemente volvía de la tienda de cómics cuando la Torre apareció en un
solar. La vi, y, como un idiota, fui a tocarla. Sólo fue un accidente.
-Ah. Ya veo-. El periodista se
mordió suavemente el labio superior; parecía un poco decepcionado. –No te
preocupes. De tanto siempre aparece un especial que está realizando las pruebas
de la Torre por accidente. Es corriente y aburrido, pero creo que con Nero y
Valeria ya puedo hacer un artículo espectacular.
-Me alegro por ti –dijo Peter,
sonriendo como si no tuviese ninguna preocupación. –Y ahora que ya has
conseguido tu exclusiva te toca a ti. Háblanos sobre Roa, sus gentes, sus
costumbres. Explícanos porque los “especiales” son tan bien tratados.
“Y sobretodo, dinos en qué
consiste la prueba de la Torre. ¿Qué es eso de ganar las carreras de dragón de
Roa?”
Buenas,
ResponderEliminarYa te veo suelto en legendario arte del cliffangher, esta bien lo de dejar para el final del capitulo saber en que consiste la prueba que tienen que superar.
Me ha parecido divertida la victimización del periodista, con lo de los burócratas y toda la verborrea que suelta. Esta bien, porque realmente da la sensación que es una persona no muy de fiar.
Sigo pensando que este es un mundo para Nero, tengo ganas de ver como afectara a su ego de actor toda la atención que recibirá como “especial”.
También es la segunda vez que nos hablas de Miska. Que será un problema para ellos, creo que ya esta claro, la incógnita es como de grande será este obstáculo y como intentarán superarlo. Teniendo a Peter en el equipo, yo apuesto por planes espectaculares y traiciones de ultimo momento, todo ello con las tensiones dentro del equipo que provocarán las personalidades tan distantes que tienen.
Otros detalles que me han gustado, son las sospechas que provoca en Peter la historia de Nero. La verdad es que lo entiendo perfectamente. Leyendo la secuencia de los hechos completa, realmente da la sensación que es un relato demasiado redondo para ser verdad. Nosotros sabemos que lo es, pero Peter no tiene esa ventaja. Te contagia sus sospechas sobre Nero con su descripción. Al mismo tiempo, la descripción de Nero es bastante emocionante. Creo que Peter tendrá en cuenta, que como Nero mismo dice, el era el mejor actor de su mundo. La cosa promete.
Otra cosa que me he preguntado es en que año de la tierra vivía Peter. Algo me dice que viene de un futuro respecto a la época en la que estamos.
Buenas Jaime,
ResponderEliminarEl cliffhanger es sagrado! xD
Miska es la gran antagonista/rival de esta saga, ya verás...
Me alegro que te hayan gustado los puntos que comentas, un poco de lo que comentas se irá viendo en los siguientes capítulos.
No te puedo comentar nada de lo que dices de Peter porque sería SPOILER, así, en mayúsculas! ;)