Aquí Peter
Rodríguez, informando sobre el elemento más peligroso y único de Roa: sus
dragones.
Sí, dragones, como los que salen en los cuentos y
las películas del Señor de los Anillos (bueno, en las del hobbit salía uno).
¿Cómo pueden existir? Es decir, son como super-reptiles voladores, y aunque no
tiran fuego por la boca deberían ser demasiado pesados para que sus alas les
sirviesen de algo más que no fuese planear.
En fin, que más da. La cuestión es que existen y que
pueden suponer un peligro para la misión, así que he analizado las
características de los dragones y las diferentes especies que hay en este
mundo.
Todos los dragones tienen una serie de
características comunes: tienen cuernos, alas que les sirven para volar, duras
escamas que les protegen, unos peligrosísimos dientes y garras y una capacidad
de recuperación increíble: mientras tenga suficiente alimento un dragón se
puede curar de casi cualquier herida, llegando incluso al extremo de regenerar
miembros perdidos. Si no fuese por su escaso número y por la peculiar manera con
la que se relacionan con otros seres vivos, los humanos de este mundo no
hubiesen tenido ninguna oportunidad.
Ahora describo las diferentes especies de dragones:
Carga: Los dragones de carga son como ballenas
voladoras, enormes, lentos y a excepción del resto, herbívoros. No sé como lo
consiguen, pero pueden permanecer casi quietos flotando en el aire. ¿Quizás mediante
bolsas de gas?
Verde: Son la especie de dragón más común.
Alcanzando los siete metros y de color verde (no fueron muy originales con su
nombre, no), han sido domesticados hasta la saciedad y realizan funciones de todo
tipo, desde transporte a vigilancia.
Saeta: Los más rápidos y pequeños, de color azul
claro y que apenas llegan a los cinco metros.
Centella: Miden de unos ocho a diez metros, con un cuerpo alargado en forma de flecha. Los machos son de color rojo, mientras que las hembras son negras o de un violeta oscuro. Son muy rápidos y ágiles, pero débiles para su tamaño.
Dragón centella |
Ariete: Resistentes y duros como el acero, estos
dragones que pueden llegar a los once metros destacan por su cuernos que
apuntan hacia adelante y con los que son capaces de derribar muros de piedra
con facilidad. Sus escamas pueden ser color bronce o marrón oscuro.
Carnicero: Estas bestias son más feas que la sonrisa
de una hiena. Pueden llegar a los doce metros, con afilados pinchos sobresaliendo
de su espalda, cuello e infinidad de sitios más. Son agresivos, fuertes y
famosos por su predilección por la carne humana.
Dragón carnicero |
De guerra: La especie más peligrosa, ya que su presa
habitual son otros dragones. Tienen una gran capacidad visual gracias a sus
tres ojos, una fuerza descomunal y unas escamas que resisten sin problemas el
impacto de una espada de acero. Suelen ser de color negro o gris oscuro, y se
han dado caso de ejemplares que alcanzan los dieciséis metros. Por suerte son muy
escasos en número.
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