miércoles, 1 de mayo de 2013

Los dragones de Roa


Aquí  Peter Rodríguez, informando sobre el elemento más peligroso y único de Roa: sus dragones.
Sí, dragones, como los que salen en los cuentos y las películas del Señor de los Anillos (bueno, en las del hobbit salía uno). ¿Cómo pueden existir? Es decir, son como super-reptiles voladores, y aunque no tiran fuego por la boca deberían ser demasiado pesados para que sus alas les sirviesen de algo más que no fuese planear. 




En fin, que más da. La cuestión es que existen y que pueden suponer un peligro para la misión, así que he analizado las características de los dragones y las diferentes especies que hay en este mundo.
Todos los dragones tienen una serie de características comunes: tienen cuernos, alas que les sirven para volar, duras escamas que les protegen, unos peligrosísimos dientes y garras y una capacidad de recuperación increíble: mientras tenga suficiente alimento un dragón se puede curar de casi cualquier herida, llegando incluso al extremo de regenerar miembros perdidos. Si no fuese por su escaso número y por la peculiar manera con la que se relacionan con otros seres vivos, los humanos de este mundo no hubiesen tenido ninguna oportunidad.
Ahora describo las diferentes especies de dragones:
Carga: Los dragones de carga son como ballenas voladoras, enormes, lentos y a excepción del resto, herbívoros. No sé como lo consiguen, pero pueden permanecer casi quietos flotando en el aire. ¿Quizás mediante bolsas de gas?
Verde: Son la especie de dragón más común. Alcanzando los siete metros y de color verde (no fueron muy originales con su nombre, no), han sido domesticados hasta la saciedad y realizan funciones de todo tipo, desde transporte a vigilancia.
Saeta: Los más rápidos y pequeños, de color azul claro y que apenas llegan a los cinco metros.
Centella: Miden de unos ocho a diez metros, con un cuerpo alargado en forma de flecha. Los machos son de color rojo, mientras que las hembras son negras o de un violeta oscuro. Son muy rápidos y ágiles, pero débiles para su tamaño.

Dragón centella

Ariete: Resistentes y duros como el acero, estos dragones que pueden llegar a los once metros destacan por su cuernos que apuntan hacia adelante y con los que son capaces de derribar muros de piedra con facilidad. Sus escamas pueden ser color bronce o marrón oscuro.
Carnicero: Estas bestias son más feas que la sonrisa de una hiena. Pueden llegar a los doce metros, con afilados pinchos sobresaliendo de su espalda, cuello e infinidad de sitios más. Son agresivos, fuertes y famosos por su predilección por la carne humana.

Dragón carnicero

De guerra: La especie más peligrosa, ya que su presa habitual son otros dragones. Tienen una gran capacidad visual gracias a sus tres ojos, una fuerza descomunal y unas escamas que resisten sin problemas el impacto de una espada de acero. Suelen ser de color negro o gris oscuro, y se han dado caso de ejemplares que alcanzan los dieciséis metros. Por suerte son muy escasos en número.

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