lunes, 3 de junio de 2013

Capítulo 18 (Parte 3) - Romeo y Julieta

Preocupado por la reacción de los espectadores, Peter cruzó los dedos cuando el telón bajó sobre el escenario. ¿Les habría gustado? ¿Podría la gente de Roa comprender un clásico como Romeo y Julieta? La había adaptado y mejorado en ciertos aspectos, como al darle un nuevo final en que los enamorados convertidos en zombis se marchaban para vivir su eterno amor, pero aún así no las tenía todas consigo.


Por eso resultó todo un alivio cuando el público entero se levantó de sus asientos para aplaudir. Durante más de veinte minutos, mientras el director y los actores salían una vez y otra al escenario a saludar, el teatro entero vibró con el entusiasmo de los espectadores. Nero, con las mejillas sonrojadas y la mirada vidriosa por el alcohol, había aplaudido y silbado tan fuerte que casi había dejado sordo al terrestre, e incluso Valeria había mostrado su aprobación con unos escuetos aplausos.
Peter soltó el suspiro que llevaba conteniendo durante toda la obra. Les había gustado. Les había gustado mucho. Se sentó en su sillón, sonriendo como un bobalicón y con las piernas temblándole por la emoción. En cierta manera, se sentía más satisfecho, más feliz ahora que tras sus milagrosos robos con los Ocean’s Eleven. Aquello era su deber, su obligación. Su trabajo.
Esto era por placer.
Bajo las escaleras seguido de Nero y Valeria, tan contento que prácticamente ni tocaba las escaleras. Los espectadores salían en esos instantes del teatro, comentando entre ellos sus impresiones de la obra. Peter dejó atrás a sus compañeros, mucho más famosos y conocidos que él, y se internó entre la multitud para oír que opinaba la gente.
-Ha sido increíble –escuchó que le decía una jovencita a su pareja.
-Qué triste, qué triste –repetía una cuarentona que caminaba del brazo de su marido, los ojos llorosos y la cara arrugada como una pasa. -Eso sí que es amor de verdad. ¿Tú me has querido alguna vez así, Louise?
-Claro que sí, cariño –respondía su marido, en un tono monótono. –Cuando eras joven, guapa y no roncabas por las noches.
-Lo único que no me ha convencido del todo es cuando ellos resucitan –comentaba un muchacho que vestía traje y sombrero a sus amigos. -¿No hubiese sido más dramático si hubiesen acabado muertos? Hubiese sido el final perfecto.
Bah, tú que sabrás, pensó Peter despectivamente mirando con mala cara al muchacho. Mi versión es mucho mejor que la original: tiene un final feliz y zombis. Toda historia mejora con zombis. Estuvo unos cuantos minutos más dando vueltas disimuladamente por la salida del teatro, recreándose en los comentarios positivos y las expresiones satisfechas del público, hasta que una cosa le resulto evidente.
Estaba claro que SU Romeo y Julieta había triunfado. La verdad, pensó el terrestre subido en una nube de felicidad y auto-admiración, es que no tendría que extrañarme. Es la mejor obra de teatro que ha visto nunca este mundo atrasado.
El resto del día paso en un breve destello. Saludó al director y a los actores de la obra, se marchó con Nero y Valeria, comió un par de bocados de una especie de quiche como cena y se fue a dormir, sintiéndose todo el rato tan nervioso y excitado como Spiderman tras besar a Mary Jane colgando boca abajo de un edificio.
A la mañana siguiente, entre bostezos y con las ojeras de una noche sin descanso, Peter se dirigió a la cocina para leer los periódicos del día. Los había encargado la noche anterior a uno de los criados de la casa, para así poder leer la crítica de la obra, y eran el único motivo por el cual se había levantado de la cama justo cuando empezaba a conciliar el sueño.
Abrió la puerta de la cocina con un gesto cansado y se encontró con sus dos compañeros, sentados ante una mesa llena de periódicos. Valeria leía uno de ellos con el ceño fruncido y los dedos crispados al tiempo que sus ojos recorrían la página, mientras que Nero, con el rostro pálido de quien está teniendo una horrible resaca, se tapaba la cara con una mano y se encogía cada vez que la joven mascullaba algo entre dientes.
-¿Qué has hecho, Nero? –le preguntó Valeria a Nero en un tono tan gélido que Peter se despertó al instante. -¿Todo esto es verdad?
-¿Qué pasa, Valeria? –intervino el terrestre mirando de reojo a los periódicos que cubrían la mesa. Sonrió al ver que la gran mayoría de ellos tenían en portada el estreno de Romeo y Julieta, o al menos lo comentaban en la primera página. -¿Qué es lo que ha hecho nuestro querido compañero?
-Nuestro “querido” compañero está liado con Miska –replicó la joven, arrojándole el periódico que estaba leyendo. Peter lo recogió, demasiado atónito para decir nada cuando vio en la portada una foto de Nero sosteniendo la mano de Miska y mirándole con ojos de enamorado, tan cerca el uno del otro que parecían estar a punto de besarse.
¿Qué?
-No es lo que parece –protestó el actor con una sombra de voz. –Ya le dije a Valeria, antes de que me despertase de golpe y me obligase a bajar a gritos, que no paso nada entre Miska y yo. Ese periodista miente.
Peter enarcó una ceja. Nero vestía la misma ropa que había llevado ayer por la noche, tan arrugada que debía haberse puesto a dormir sin quitársela.
-Eso no es lo que cuentan –replicó Valeria, quitándole de un rápido tirón el periódico de las manos a Peter. Lo abrió por la segunda página y empezó a leer en voz alta: –“Nero caminó hacia Miska y, cogiendo su mano con delicadeza, repitió punto por punto las palabras con las que sólo unos minutos antes Romeo había declarado su amor a Julieta. Unas palabras hermosas y que, sin desmerecer el trabajo de los actores, sonaron aún más hermosas en ese momento por una simple razón: esta vez había verdadero amor tras ellas”.
Dicho esto, Valeria le dio la vuelta al periódico y se lo entrego a Nero para que él mismo pudiese leerlo. Nero le echó un vistazo, momento que aprovechó Peter para sentarse y leerlo a su vez.
El periodista decía haber pillado a los dos especiales en la sala de descanso de los palcos –ajá, pensó Peter, ¡con que por eso se perdió casi todo el último acto de la obra!-, hablando entre ellos como un par de amigos. Luego pasaba a explicar lo que había sucedido la primera vez que se vieron, cuando Nero la besó, y regresaba al teatro para explicar como Nero se le había declarado recitando el texto de la obra. Amor secreto, amor prohibido entre dos especiales rivales. Bla bla. Seguía así un rato más, dándole vueltas al tema para llenar más espacio, hasta acabar con un “quién sabe qué sucederá a continuación”.
-No… no pasó exactamente así –dijo al final Nero. –Yo sólo estaba actuando.
Incluso para Peter eso sonó como una excusa muy pobre.
-Es nuestra enemiga –dijo la antigua cazarecompensas. –Ya me parece bastante asqueroso que hayas dejado atrás a tu antiguo amor para refugiarte en los brazos de esa zorra, pero para superar la prueba de la Torre tendremos que ganarla, puede que incluso matarla. ¿Cómo puedo fiarme de ti?
Nero apretó los dientes y una chispa de rabia brilló en su mirada con tanta intensidad que por un momento Peter temió que cometiese la estupidez de intentar golpear a Valeria.
-Ya os he dicho que no hay nada entre ella y yo –replicó el actor, su enfado delatándose en su voz. -Y además, vosotros sois amigos míos. Tú lo sabes, Valeria. Yo nunca os traicionaría ni…
-Dile eso al Juez Supremo de Navar –le interrumpió Valeria. –Él también era amigo tuyo, ¿no?
Nero golpeó con el puño la mesa, arrojando los periódicos por todos lados en un súbito estallido de violencia que dejó completamente sorprendido a Peter, que jamás se hubiese esperado una reacción así del actor.
-No quiero que una asesina como tú me dé lecciones de moralidad –le espetó Nero, señalándola con el dedo índice. –No tienes ni puta idea de por lo que he pasado.
Valeria no respondió. Simplemente, se limitó a quedarse mirando a Nero con una expresión ligeramente decepcionada en su infantil rostro.
-Basta, los dos –dijo Peter interponiéndose entre sus compañeros. –No pensáis con claridad. Más vale que os calléis antes que digáis algo de lo que os podáis arrepentir más tarde-. Aunque creo que ya es tarde para eso. Muy tarde, pensó al recordar las acusaciones que se habían lanzado el uno al otro. –Vamos a ver, Valeria, ¿esta noticia sólo ha salido en un periódico, no?
-Sí, en el “Heraldo de la mañana”- respondió la joven.
Peter asintió con la cabeza, pensativo. Abrió el periódico y repaso la noticia, notando el estilo inocente con el que estaba escrito en comparación con los artículos agresivos de la Tierra. Este mundo era más primitivo que el suyo, así que todavía no conocían la atracción que despertaba la crónica rosa entre las grandes masas. Era algo nuevo y desconocido.
Una bombilla se encendió en su cabeza.
-No os preocupéis –les aseguró a sus compañeros, cerrando el periódico y reprimiendo una sonrisa de victoria.

“Yo me encargo de esto”.

2 comentarios:

  1. Hola,

    Me he gustado bastante la 3ª parte del capítulo, no me imaginaba que Valeria que enfadaría tanto por las fotografías de Nero y Miska , pensaba que la polémica vendría de parte de la prensa,etc. Tengo ganas de ver cómo evoluciona la relación entre ellos, como actuarán la próxima vez que se vean en una carrera y como les influenciará todo este tema.
    También me ha gustado como relacionas el tema de la representación de romeo y julieta con lo que ocurre en la historia, además me da la sensación que en ellos no acabará en final feliz (zombis ya no sabría decir).

    Lo único que me ha resultado difícil de seguir es la parte en que discuten los diarios del día. Más que nada en lo relacionado a la acción entre los personajes, como cuando Valeria le da el periódico a Peter cuando este había entrado en la habitación. Me da la sensación que falta descripción en sus movimientos.

    Por lo demás, me hace gracia la forma casi infantil en que se comporta Peter. También me gusta como apuntas ligeramente los sentimientos que provoca en él, el orgullo da haber escrito una obra y el saber que se trata de una versión.

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  2. Hola Jaime,
    Como dice Peter, con zombis siempre mejora una historia. Y en cierta manera así acabará esta... (o no ;) ).
    Valeria y Nero se han cruzado palabras fuertes, y desde luego que su relación cambiará. Ya lo verás en el siguiente capítulo.
    Me apunto lo que comentas de la descripción de los movimientos. Es un tema que creo que tengo que revisar, la verdad.

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