El
clasificatorio nacional, una columna de opinión de Franel Desjan para el Estrellas
y Dragones
Somos afortunados, todos nosotros. Estamos en la víspera
del que será sin duda el mejor clasificatoria nacional de toda la historia de
las carreras de dragón. Mañana, dos especiales únicos, dos estrellas que han
hecho lo imposible, competirán entre sí por una plaza para el mundial.
Pero antes de eso, déjenme que haga un poco de
memoria enumerando los momentos más importantes de esta temporada, una
temporada que quedará para siempre grabada en la historia del deporte de este
país.
Primera
carreras
En contra de lo que opinaban algunas voces críticas
que desconfiaban de su falta de experiencia, los primeros pasos de Nero Van Der
Nero en liga del Este no pudieron ser mejores. Dos victorias fáciles, señal de
lo que vendría más adelante.
Se
destapa la relación secreta y el intento de asesinato
No comentaré mucho, pues ya se han escrito muchas
líneas sobre este tema. Sólo daré las gracias porque ese maldito criminal no
acabase con la vida de ninguna de las dos estrellas.
Ojos
en la espalda
En la carrera sobre las montañas Anés, Nero esquiva
con facilidad lo que parecía una emboscada perfecta por parte de su rival y
consigue una vez más la primera posición. No sería la primera vez que el
especial demuestra tener un talento innato para evitar las sorpresas desagradables
de sus rivales.
La
reina muestra su autoridad
Liga del Oeste, choque múltiple entre dragones. Una
espectacular batalla entre siete dragones, entre ellos el dragón de guerra
Majestad de Miska. La sangre y las escamas cayeron como una lluvia sobre los
espectadores mientras los escoltas se desesperaban para proteger a sus jinetes.
De repente, dos de los dragones que estaban atacando a Majestad se dan la
vuelta y se lanzan sobre el resto. Miska aprovecha la confusión resultante para
salir de la batalla y ganar la carrera.
Duelo
entre escoltas
Yajiro del equipo de Otome y Valeria del equipo de
Nero cruzan sus espadas en la novena carrera de la liga del Este. El duelo
sucede tras un choque entre los dragones de cada equipo, cuando Otome desata su
poder y ambos escoltas son derribados sobre una torre que servía como punto de
control.
Apenas fue un minuto lo que tardó Nero en regresar
con Estrellita para recoger a su compañera, pero estoy seguro que los
espectadores jamás podrán olvidar el combate que se desató entre los dos
escoltas. Pocas veces se ha visto en este deporte un duelo tan frenético,
intenso e igualado entre maestros espadachines. Lástima que no pudiésemos
contemplar su final.
Victoria
total
Tras una racha de más diez victorias consecutivas y
asegurarse matemáticamente la primera posición de la liga del Oeste, Miska ya
no participará en ninguna carrera más. Se rumorea que entrena junto a Nero para
ayudarle a mejorar su clasificación.
Podría comentar mucho más momentos memorables, como
la competición Escarlata o la carrera para recaudar fondos para los veteranos
de guerra, pero no quiero alargarme demasiado. Esta ha sido una gran temporada.
Una genial y brillante temporada y que quedará para siempre grabada en los
libros de historia de las carreras de dragones.
Pero, no lo duden ni por un instante, lo mejor aún
está por llegar. Mañana en el clasificatorio nacional los mejores equipos de la
liga del Este y del Oeste lucharán por una única plaza para el mundial. Miska, Nero,
Otome y otras grandes estrellas se verán las caras en una batalla sin piedad. Por
primera vez, dos dragones de guerra se enfrentarán en una carrera oficial.
Y sólo uno de ellos puede ganar.
Hagan sus apuestas.
Valeria acabó de leer la columna de opinión,
rechistó despectivamente y arrojó sin miramientos el periódico sobre la mesa,
cabreada. El gesto atrajo la atención de
Peter, que tomaba un café mientras ojeaba otro periódico, y Nero, que estaba
poniendo mantequilla sobre una de los panecitos que les había servido la
cocinera.
-Menudas estupideces –dijo la joven poniendo los
ojos en blanco. –En serio, ¿qué le pasa a la gente de este mundo? ¿Es que no
pueden explicar las cosas sin que todo parezca tan… tan…
Hizo una pausa mientras buscaba la palabra exacta
que definiese lo que pensaba. ¿Falso? No, no le hacía justicia. ¿Exagerado? No,
era más que eso.
-¿Dramático? –sugirió Nero.
-¡Sí, exacto! Joder, es que parece que todo sea el
fin del mundo. Cada semana, cada
puñetera carrera era la puta ostia. Y ahora, este clasificatorio será
“el mejor clasificatorio nacional de toda la historia de las carreras de
dragón”. Hasta el siguiente, por supuesto.
-En mi mundo era igual –dijo Peter, con la boca
llena por un panecillo. –Esto no es nada. Dadles unos cuantos años más y
entonces sabréis de verdad lo que es ser “dramático”.
-Para entonces ya no estaremos aquí –respondió
Valeria. –Habremos pasado la prueba de la Torre y estaremos en otro mundo.
Peter asintió mientras daba otro mordisco al
panecillo, pero Nero guardó un extraño silencio. Miró de reojo a la cocinera, y
cuando ésta salió del pequeño comedor se inclinó hacia adelante y susurró en
una voz medio apagada:
-¿Estáis seguros de que deberíamos irnos de este
mundo?
Medio panecillo masticado cayó de la boca de Peter. Valeria
se quedó paralizada, sintiendo como un sinfín de emociones la recorrían. Rabia.
Decepción. Sorpresa. Apretó los puños con fuerza, luchando por mantener la
calma. Conocía a Nero. Llevaban meses participando en las carreras. Si ahora
decía esto, era por una buena razón.
O eso espero,
pensó apretando aún más los puños. Como
sea porque le ha comido la cabeza la zorra de Miska se va a enterar.
-¡Pues claro que deberíamos irnos de este mundo!
–exclamó Peter, poniéndose de pie y golpeando la mesa. –Yo quiero regresar a la
Tierra. Y tú, ¿no querías resucitar a tu mujer y a la gente de tu pueblo? ¿No
era por esa razón por la que hacías todo esto?
-Sí, quería resucitar a Eyre y al resto –respondió Nero.
–Aún lo quiero. Pero, ¿quién nos asegura que la Torre dice la verdad? ¿Cómo
podemos estar seguros de que no es todo un engaño?
Peter se mordió el labio, buscando desesperadamente
una respuesta convincente. Sus ojos miraron hacia Valeria, rogándole que se uniese
a la conversación. Que le apoyase.
-He pensado mucho sobre esto –continuó Nero. Su voz
cada vez sonaba más segura, más convencida. –No me fío de la Torre. No sé a
vosotros, pero a mí me parece que esconde algo.
Estoy de acuerdo,
pensó Valeria.
“Y en este mundo estamos muy bien. Tú, Peter, has
conseguido triunfar como guionista de obras de teatro. Yo podría vivir como
actor, y Valeria podría hacer lo que quisiera. Joder, ahora mismo tenemos
dinero para vivir el resto de nuestras vidas cómodamente.”
-¿Y si la Torre dice la verdad? –preguntó Peter.
-¿No crees que aunque sea una remota posibilidad vale la pena intentarlo?
-Yo… -el actor bajo el rostro, rehuyendo la mirada
de su compañero. –Yo no puedo seguir así. He traicionado a un buen amigo, he
asesinado a personas inocentes. Y para superar esta prueba es seguro que
tendría que matar a más gente. No quiero convertirme en un monstruo sólo por
una remota posibilidad.
-Pero es que no es así –intervino Valeria. –La Torre
no miente, Nero. Si superas todas las pruebas te conviertes en Dios, y entonces
puedes hacer lo que quieras. Puedes cumplir tus deseos.
-¿Cómo puedes estar segura? –preguntó el actor.
-Porque lo sé.
Es así.
Nero enarcó una ceja. Peter la observó, suspicaz.
-Yo me llamo Valeria Malecchio en honor a la primera
Valeria Malecchio, la mujer que consiguió superar todas las pruebas de la
Torre. Se convirtió en Dios y regresó a Ozonne, su mundo natal, donde gracias a
sus poderes derrotó a los dragones y salvó a la humanidad. Mi mundo, mi
humanidad.
Nero no respondió. Su rostro se había vuelto blanco
como una vela.
-Vamos a entrenar, Nero. Mañana tenemos que ganar
ese clasificatorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario