lunes, 2 de diciembre de 2013

Capítulo 25 (Parte 3) - Jugar para ganar

Toda la pasión que habían mostrado los espectadores, los gritos de horror y sorpresa, los aplausos estruendosos, los chillidos de emoción que estremecían las paredes; se habían extinguido como la llama de una vela enfrentada a un vendaval cuando la carrera dejo atrás el segundo dedo y el espectáculo pasó de largo. En la pequeña habitación en la que Peter estaba prisionero, sólo se podía escuchar a los comentaristas retransmitiendo la carrera por la radio y la silenciosa respiración de los tres asaltantes que les escuchaban con toda su atención.


-... desgarrando el ala! Soon-Yin está fuera del mundial y si su dragón no logra aterrizar con una única ala se sumará a la lista de muertos de la carrera.
-¡Mierda! –exclamó el hombre que vigilaba la puerta, un tipo musculoso con una cicatriz que le cruzaba el rostro de derecha a izquierda. Pateó el suelo con rabia, maldiciendo de nuevo.  – ¡Sabía que acabaría perdiendo! Ese extra que nos prometió ya se ha ido a…
-¡Shhh! –le interrumpió su jefe, el especial que había silenciado a Peter y que estaba enfrente de la ventana, alzando una mano. –Déjame oírlo.
Su secuaz puso mala cara  y resopló fastidiado, pero no dijo nada más. El último asaltante y que estaba sentado en una silla delante de Peter giró el rostro hacia su compañero, burlándose de él con una media sonrisa.
El terrestre aprovechó la ocasión para mover sigilosamente su pie derecho, recogiendo el lápiz que había caído cuando le atacaron y acercándoselo al cuerpo. Cuando el asaltante volvió a vigilarle parecía que no había movido ni un músculo.
-Es una lástima. Roin –estaba diciendo el otro comentarista. -Su escolta Magdalene nos ha sorprendido gratamente cuando desapareció llevándose consigo a Nero, y los ataques por parte de Soon-Yin para impedir que el dragón de guerra Estrellita pudiese rescatarle fueron el broche a una jugada excelente.
-Tienes toda la razón, Max. Tal como van las cosas, Magdalene se cargará a Nero y no le servirá para nada.
Peter no reaccionó, aunque esas palabras condenaban a su compañero y a su éxito en la prueba de la Torre. A pesar de que tenía todas las de perder, confiaba en Nero y en que acabaría derrotando a su rival. El actor tenía más recursos de los que parecía a simple vista y ya le había sorprendido en más de una ocasión. Es casi un suicidio, pero seguiré con mi plan. Además, tampoco es que tuviese ninguna opción mejor.
Tenía que ayudar a Valeria y Nero. Antes o después, le necesitarían.
Seguía con la cabeza baja, los hombros caídos y las manos a la espalda; gotas de sangre cayendo por la herida de su frente y la mirada acobardada. Era la viva imagen de un prisionero derrotado. Los asaltantes no tenían motivos para temerle, más aun teniendo en cuenta que apenas había ofrecido resistencia.
Aunque, si cualquiera de sus captores se hubiese molestado en comprobarlo, hubiese descubierto que se había librado de sus ataduras.
-¡Ya está! –anunció el comentarista. -A Nero ya no le queda más espacio para huir. ¡Magdalene va a acabar con él!
-Sí, esto es… -empezó a decir el otro comentarista cuando se detuvo de repente, la incredulidad patente en su voz. –No puede ser. Dragones, ¿cómo ha hecho eso?
¿Ahora?, se preguntó Peter alzando la vista por un instante. Los tres asaltantes estaban distraídos con la radio, toda su atención puesta en seguir el combate retransmitido en directo. Era ahora o nunca.
Fingió que se caía hacia adelante y aprovechó la inercia del movimiento para abalanzarse sobre el hombre que tenía en frente, sujetándole por la nuca con una mano mientras con la otra le clavaba el lápiz por el ojo hasta llegarle al cerebro.
-¡Increíble! Nero acaba de…
Peter apretó los dientes mientras dejaba caer el cuerpo sin vida del asaltante, ignorando las protestas de su cuerpo dolorido para ponerse en pie. Rápido. Antes de que se den cuenta de que está pasando. El especial que lo había silenciado apenas tuvo tiempo de parpadear sorprendido cuando el terrestre lo empujó con todas sus fuerzas, haciéndole atravesar la ventana con un estallido de cristales rotos.
-…de derrotar a Magdalene. Se ha movido como un relámpago y…
Peter vio como el especial se estrellaba contra el pavimento de la calle con un ruido sordo de huesos rotos. Fragmentos de cristal y de madera cayeron sobre él.
Se giró para enfrentarse a su último enemigo, confiando en tener tiempo para coger la silla y usarla como un arma improvisada, cuando se lo encontró justo encima gritando de furia. Un puño como un martillo le golpeó en el estómago y le hizo doblarse de dolor, y otro más fuerte aún que el primero le rompió la nariz y lo mandó derecho contra el suelo.
-¡Hijo de puta!
Sin darle tiempo a recuperarse el asaltante le dio una patada en el costado, haciéndole gritar de dolor. Le dio otra más, tan fuerte que lo alzó del suelo y le rompió un par de costillas. El terrestre estuvo a punto de desmayarse, pero se agarró con uñas y dientes a la conciencia.
Tengo que cumplir mi misión, pensó mientras aguijones de dolor le recorrían el costado. Es mi deber.
-Es… espera un momento –dijo Peter con la voz entrecortada, alzando una mano para detenerlo. –Puedo…
De un manotazo el asaltante le apartó el brazo y se inclinó sobre él para golpearle una vez en la cara, y luego otra y otra más, sin parar, llevado por la rabia. Cuando finalmente se detuvo, la respiración agitada y el sudor cayendo por su rostro marcado por la cicatriz, sus nudillos estaban pegajosos por la sangre.
El dolor había desaparecido. La cabeza le daba vueltas a Peter, sus pensamientos vacíos y perdidos como un barco a la deriva en un mar tempestuoso. Intentó moverse, pero sus músculos no le obedecían. Apenas podía ver.
Cumple tu misión. Las palabras sonaron en su mente, una línea de claridad en medio de las tinieblas en las que se estaba ahogando. Es una orden.
-Escúchame… -dijo con un atisbo de voz, saboreando el hierro de su sangre en la lengua. El hombre alzó el puño para golpearlo una vez más. –Tengo dinero. Puedo… puedo pagarte. Lo que quieras.
Una chispa de duda apareció en los ojos del asaltante. Apenas nada, pero suficiente para que detuviese su puño y que lo observase, calculador.
Eres codicioso. Lentamente, la mano derecha de Peter se movió por el suelo, los dedos extendidos buscando desesperadamente. Sabes que los patrocinadores nos pagan una fortuna. Duda. Dame tiempo.
-Mientes. Sólo quieres salvar tu asqueroso pellejo.
-No, te lo juro-. Sus dedos se cerraron sobre el objeto que buscaba con una mezcla de dolor y triunfo. –Tengo mucho dinero. Sólo tengo que…
De repente tosió, escupiendo sangre y un diente suelto. Intentó volver a hablar, pero las fuerzas le fallaron y apenas pudo decir un susurro inaudible. Impaciente, el hombre de la cicatriz bajó la cabeza para escucharle.
-¿Qué decías? –preguntó, tan cerca que Peter pudo oler su aliento a tabaco. Tan cerca que incluso con su vista borrosa podía distinguir su horrible cara. –Date prisa o…
 Usando sus últimas reservas de energía el terrestre movió su brazo y apuñaló el cuello de su enemigo con el pedazo de cristal que había recogido del suelo, rajándole la garganta.
Un destello de sorpresa. Una lluvia de sangre. El hombre retrocedió, llevándose las manos al cuello en un inútil intento de detener la hemorragia. Cayó sobre la cama y allí se quedó, moviéndose espasmódicamente mientras la vida se le escapaba por la herida abierta.
Peter tampoco se levantó. Estaba demasiado cansado, así que permaneció estirado, escuchando de fondo un ruido que no dejaba de molestarle. ¿Qué debía ser? Ah, sí, la radio. Todo este rato había estado encendida, pero el caos del combate había hecho imposible que la escuchase. Giro la cabeza en dirección al aparato, sintiendo como si pesase una tonelada, para escucharla mejor.
-¡Nero y Valeria siguen en la carrera!
Bien hecho, pensó Peter, sonriendo con sus labios destrozados. Al menos todo esto no ha sido para nada. Enseguida os ayudo.

Lentamente, cerró los ojos y se abandonó a la inconsciencia.

2 comentarios:

  1. Hola,
    Como siempre, las descripciones y las imágenes que utilizas para reflejar situaciones y sentimientos me gustan mucho. También me ha gustado este cambio de ritmo y escena, aunque también hay mucha acción, me parece más contenido que las grandes escenas de combate de los últimos capítulos.
    En cuanto al contenido, creo que desde el principio queda claro que se trata de acontecimientos que ocurren en paralelo con el anterior capítulo, lo único que me resulta confuso son algunos momentos de la parte en que Peter se libra de los matones. Cuando se deja caer hacia adelante mientras sus captores estas distraídos con la carrera, tengo una pregunta: Desde dónde se deja caer? está atado a una silla o simplemente sobre al suelo, igual es ser quisquilloso pero creo que en esta parte me ha faltado información para poder imaginarme lo que sucedía. Después de esto, la descripción de los instantes en que Peter lucha con el secuestrador nº1 (me gusta el detalle del lápiz, estos momentos de violencia extrema van muy bien con Peter por la apariencia inofensiva y simpática que normalmente tiene) mientras los demás escuchan la radio, me ha gustado mucho, creo que la forma en que lo has escrito transmite claramente lo fugaz de los acontecimientos. Además, creo que queda claro que los otros no le escuchan por el aura de silencio que tiene, ese detalle esta bien. Lo que no me acaba de convencer (de nuevo, igual soy yo que necesito muchos detalles) es la caída del especial. Ya sé que se supone que cae desde un piso alto, pero creo que no queda suficientemente claro. La verdad es que la primera vez que lo he leído, esperaba que se levantara y se uniera en la pelea contra Peter.
    La parte en que le apalean y se aferra a su conciencia está bien, pero hay dos detalles que me descolocan. Después de haber recibido una serie de puñetazos en la cabeza, describes como Peter apenas tiene idea de lo que ocurre a su alrededor, pero al intentar tentarle con el dinero dices que “una chispa de duda apareció en su mirada” y tal como lo describes de la sensación que sea Peter el que lo ve. Para mí esto resta coherencia a lo que ocurre, ya que se trata de una apreciación muy precisa para alguien que está prácticamente inconsciente.
    El otro punto que me chirria es como coge el trozo de cristal delante de su asaltante. Se supone que este está observándolo desde una posición de superioridad, como no puede ver como coge el cristal? lo entendería si este tuviera una visión parcial, pero tal como lo describes no me resulta convincente.
    Ya te digo que toda la acción y las descripciones me gustan mucho, más que nada son estos detalles que cortan fluidez al conjunto según mi punto de vista.

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  2. Hola Jaime,
    Gracias por el comentario. Creo que tienes razón con los detalles que comentas y que los revisaré para que la historia quede más clara. Indicar como se mueve Peter para atacar al primer asaltante o informar de la altura desde la que cae el jefe de los secuestradores ayudarán a hacerse una idea de lo que está pasando.
    También tienes razón con lo de la chispa de la duda y creo que me ha faltado describir mejor la situación, la idea es que el secuestrador está casi encima de Peter y no ve lo que está haciendo con la mano. Lo corregiré y quedará mejor.

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